Uno de los sueños de los investigadores en Farmacología que se encargan de la búsqueda de nuevos medicamentos para tratar las diversas enfermedades que se presentan es la de obtener un producto con el beneficio terapéutico deseado por con los mínimos Efectos Indeseables. En el terreno de la Inmunoalergia esto no es la excepción. Hasta la fecha, NO EXISTE el Antihistamínico ideal para el manejo de la gran cantidad de enfermedades de esta índole que se presentan en el orbe. Ya sea que el nuevo medicamento sea de Primera, Segunda o Tercera Generación, siempre habrá efectos no deseados en el paciente puesto que los componentes farmacológicos junto con las características genéticas de la persona se combinan y pueden resultar diversas manifestaciones como Somnolencia, Sueño, Incoordinación Motriz, Náuseas, Vómito, Dispepsias, etc, etc.
Debemos señalar que estas y otras consecuencias se pueden presentar SI NO ES PRESCRITO el fármaco correctamente cuando se manejan niños pequeños, ancianos o portadores de Enfermedades Crónico Degenerativas (ECD) por lo que siempre se debe buscar el mejor beneficio para el enfermo con menos consecuencias indeseables.