Como comentábamos en la primera parte de este artículo, el Krokodil es, tal vez, la droga de más impacto directo en las condiciones corporales externas del individuo, si en las otras sustancias adictivas, el mecanismo de acción se centraba esencialmente en las alteraciones del Sistema Nervioso tanto Central como Periférico, esta actúa además, y en forma más extensa, en nuestro organismo considerado como tal, sin embargo la afectación a nivel de las funciones cerebrales son notorias: existe Cefalea, despersonalización, alteración de la percepción de los sonidos con las consecuentes alucinaciones auditivas, también se presentan alucinaciones visuales, pérdida del sentido del Tacto, miedos extremos o fobias a situaciones, condiciones u objetos cotidianos y sobre todo, una intensa necesidad de seguir consumiendo la droga a pesar del daño que el mismo adicto se da cuenta que le esta ocasionando.
Según reportes serios, el Krokodil ya está en México y como es lógico y natural, los primeros reportes están centrados en los estados fronterizos con USA, principalmente, Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua aunque las autoridades tratan de minimizar los hechos. Algunos funcionarios encargados de combatir el incombatible fenómeno de la drogodependencia han dicho “……que el mexicano es muy miedoso para inyectarse, por lo que el Kokodril no tendrá éxito en su consumo en los drogodependientes de nuestro país…….” (sic).
Ante las declaraciones estúpidas de las “autoridades” de éste país no queda más que estar vigilante y muy atento en el cuidado de nuestros hijos ya que esta increíble sustancia se encuentra expandiéndose rápidamente por todo el mundo dado su bajo costo (se puede cocinar fácilmente con cerillos, entre otras cosas). El Krokodil es también conocida como “la Droga de los Muertos Vivientes” o “la Droga de los Zombies”.