Alcoholismo anal.

Creo que anteriormente lo había comentado, pero si no es así, lo diré: he sido desde muy joven un férreo enemigo de las bebidas alcohólicas, tabaquismo y drogas y no porque mi padre haya sido consumidor «social» de estas sustancias, no, sino que desde muy joven he creído en la SALUD de nuestro cuerpo como UNA FUENTE PRIMIGENIA PARA EL NO DESARROLLO DE ENFERMEDADES EN ETAPAS POSTERIORES DE NUESTRA VIDA, CUALESQUIERA QUE SEAN ESTAS. Lo más importante de esto en la actualidad, es que creo habérselo transmitido a mis 2 hijos. Ahora he quedado sorprendido con otra manifestación de esta etapa tan obscura que nos ha tocado vivir: el Postmodernismo y quién mejor que el mayor representante de esta supuesta forma de vida que los Estados Unidos de Norteamérica de donde surge esta aberrante forma de vicio.

Desde el punto de vista médico, la mucosa anal es una capa muy delgada que recubre la parte distal del Aparato Digestivo, es el sitio por donde son excretados los productos de desecho -Catabolismo-, la introducción de cualquier sustancia líquida, sólida, gaseosa o en forma de gel, trae consigo modificaciones en las condiciones bioquímicas de esta mucosa. El popularmente llamado «alcohol» que incluye diversas sustancias nocivas, desde vinos hasta licor de caña, ¡¡INTRODUCIDO!! en esta zona causará muy diversos trastornos: irritaciones, cambios de la flora intestinal, ulceraciones, posibilidad de aparición de fisuras, hemorroides, sangrados por resequedad (debemos de recordar que el alcohol reseca las mucosas) etc, etc. La aplicación de estos líquidos se realiza por medio de los llamados «tubos de inserción», unos aditamentos de plástico y/o hule, huecos en donde se administra la porquería para su rápido contacto con la mucosa rectal. Para las mujeres adictas a este estúpido vicio se han creado los «tampodka», especie de tubos de tela impregnados con alcohol, el efecto es rápido, ya que no tiene que ser metabolizado por el Hígado y con esta «técnica» se evaden las supuestas llamadas de atención familiares, el aliento y sobre todo, el alcoholímetro. Se han reportado casos de extrema gravedad en España y, lógico, en USA en donde varios jóvenes han estado a punto de perder la vida al llegar a una seria Intoxicación Etílica.

COMENTARIO

El ahora popular «Slimming», como se conoce a esta aberrante conducta, es otra de las muchas manifestaciones estúpidas, descaradas e idiotas del Consumismo y la problemática existencial que afronta el individuo del sexo que sea en el inicio de la segunda década del siglo XXI.