¿Y que pasó con la comida chatarra?.

Retomamos lo dicho: México es el país de las increíbles propuestas y los pésimos resultados. Toda aquella movilización de parte de las «autoridades competentes» -léase educativas, sanitarias, civiles, etc, etc-, en torno a los altísimos índices de Obesidad tanto en niños como en adultos en el país gracias -principalmente- al consumo de éste tipo de comidas, ha quedado solo en un intento.

Hace ya algunos meses, comentábamos en ésta página-Web la VERDADERA situación de esta terrible realidad que asola a nuestros compatriotas, sin embargo, poco o nada se ha hecho al respecto. Desde octubre del año en curso, legisladores y miembros de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), han externado su preocupación por NO EXISTIR CAMBIO alguno en el consumo de estos productos los cuales se continúan vendiendo impunemente en las escuelas, afuera de las mismas, en tendajones, supermercados, ni que decir en restaurantes «especializados», por lo que han solicitado un impuesto especial para estas dizque botanas. Independientemente de todo lo externado, vemos diariamente en los hospitales y consultorios privados, la continua presencia de personas obesas de todas las edades con persistentes problemas de salud, desde infecciones recurrentes en diversos órganos hasta fases terminales de enfermedades condicionadas por la causa primigenia. No es posible que la «autoridades» se encuentren impávidas ante esta situación, más que nada por el gasto que representa para los sectores de Salud. la compra de enormes cantidades de medicamentos para padecimiento crónico-degenerativos, materiales para diálisis peritoneal, material para atención de urgencia, ambulancias, etc, etc,

México no entiende, y más si existen fuertes cantidades de dinero para sobornar a los encargados de tomar cartas en el asunto, y como hemos dicho previamente, las consecuencias por venir son terribles.