Los tiempos actuales marcan un fenómeno inquietante: además de las migraciones extenuantes de miles de individuos que se desplazan diariamente desde sus lugares de orígen hacia otros aparentemente más benevolentes, el riesgo de transportar agentes infecciosos y por ende, infectar a un gran numero de pobladores de esas grandes comunidades flotantes ya asentadas principalmente en Europa, es un enorme peligro latente, como si una aparición fantasmal deambulara por esos sitios para manifestarse en forma despiadada. El riesgo de una Pandemia de enormes proporciones es una terrible posibilidad de inimaginables consecuencias que se cierne sobre esos lugares.
Procesos virales, bacterianos y micóticos pudíesen estarse incubando silenciosamente en miles de africanos, sirios, paquistaníes y gente de otras nacionalidades que, aunado al riesgo que implica el Bioterrorismo en poco tiempo se podría desatar una grave Pandemia. Si el Virus del Ebola puso en riesgo sanitario a todo el mundo, en realidad no sabemos que pueda suceder con las condiciones sanitarias de esas personas. NO CREO que los países que dan refugio a los miles de desplazados establezcan cercos sanitarios adecuados o condiciones salubres para evitar esto. Ahora, el mundo se enfrenta a otra terrible posibilidad que pudíese poner en riesgo a millones de habitantes de este planeta.