El consumo de bebidas embriagantes se disparo en el 2017 a un 10.7% en comparación con el 9.6% del año pasado y como ha sucedido en años anteriores, las partes más afectadas siguen siendo los niños y las mujeres. De los primeros vemos que es a la edad de 12 años cuando empiezan a ingerir sus primeras bebidas alcoholicas y de las segundas cada vez es más frecuente observar una ingesta inmoderada de esta droga en las féminas.
A pesar de las supuestas campañas realizadas por los encargados de mantener la Salud de estos sectores de la población, las grandes marcas monopólicas que distribuyen estas terribles y adictivas sustancias sobrepasan con millonarios sobornos cualquier intento de controlar por parte del gobierno, el consumo de la población. Dentro de unos años, es seguro que veremos las consecuencias de estas pésimas conductas con nuevos casos de Cirroisis Hepática, Diabetes Mellitus, problemas de índole cardiovascular, trastornos psiquiátricos y demás en aquellos hombres y mujeres que conocimos de niños.