El Estado de Guerrero, como el de Veracruz, se encuentra viviendo una de sus peores crisis debida a la falta de servicios médicos, inseguridad, insalubridad y el desvío de los recursos por parte de políticos delincuentes y corruptos. Los guerrerenses constituyen una población muy diversa en la que predomina la pobreza y la insalubridad, existen poblaciones marginadas las cuales nunca han tenido un servicio médico, siquiera, de regular calidad, los padecimientos infecciosos agudos tanto de Vías Respiratorias como Gastrointestinales siguen haciendo mella en la población, principalmente en niños y ancianos, paradojicamente, las Enfermedades Crónico-Degenerativas han hecho acto se presencia en forma contundente en las personas principalmente adultas.
En el 2017, como en todo el país, el número de afectados por Diabetes Mellitus, diversos tipos de Cáncer, Enfermedad Cardiovascular con afectación a Cerebro y Corazón, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica y demás, aumentaron en forma considerable sin que los encargados de vigilar la Salud de los guerrerenses hiciesen algo al respecto. Es redundante señalar que el personal de salud se niega a ir a comunidades alejadas por el riesgo de sufrir el ataque de grupos paramilitares y/o delincuenciales que operan en todo el estado. Pareciese que las poblaciones pobres de gran parte del territorio nacional se encuentran en un callejón sin salida en cuanto a supervivencia, ¿algo lograra hacerlos reaccionar?.