A mediados del 2019, investigadores franceses, utilizaron la toxina bacteriana PepA1 para generar 2 compuestos, de acuerdo a la estructura molecular de dicha toxina, resultando por demás eficaces para eliminar bacterias multirresistentes. Esta toxina es secretada, ni más ni menos por Staphylococcus aureus (Sa), demostrando su gran actividad de degradación no solo en las células huésped sino también en las bacterianas. Los investigadores modificaron esta actividad sin perder la correpondiente bactericida y obtuvieron 4 moléculas protéicas pequeñas bautizadas comp Peptidomiméticos.
Paradójicamente, estas moléculas presentaron gran actividad bactericida contra Sa y sin que se desarrolláse resistencia alguna contra los Pépidomiméticos. Diremos que también se utilizaron para Pseudomona aueriginosa, un microorganismo Gram-negativo muy agresivo, obeteniendose los mismos resultados. Tanto en muestras humanas como animales, los Peptidomiméticos son una esperanza en la ya eterna lucha médica contra la Resistencia Bacteriana.