Esta considerada como una forma patológica que acompaña a la Psoriasis Cutánea y tiende a ser difícil de diagnosticar cuando ésta no existe. Se tiene que un 5 a 7% de pacientes con el trastorno dermatológico presentan la afección articular. Este padecimiento difiere de la Artritis Reumatoide por una presentación más precoz y grave en las Articulaciones Interfalángicas Distales (antes que afecte a las Articulaciones Metacarpofalángicas) y por las alteraciones ungueales típicas (puntiformes). Las erosiones pueden ser intensas y se acompañan de alteraciones más proliferativas que las propias de la Artítis Reumatoide y por su distribución, puede parecerse a la Espondilítis Anquilosante.
La Artritis Psoriásica puede tener una distribución asimétrica durante toda su evolución y conservar su distribución original mono y oligoarticular. Destaca la neoformación de hueso y la osificación del Ligamento Axial Anterior. A diferencia del Síndrome de Reiter, la enfermedad ataca a las Extremidades Superiores con mayor precocidad e intensidad que las Inferiores. Al igual que en la Espondilítis Anquilosante y el Síndrome de Reiter puede coexistir Insuficiencia Aórtica. (VER ESTA SECCION Y ACTUALIZACIONES MEDICAS).