De manera normal, el organismo establece una barrera mediante las células de defensa, principalmente Leucocitos, los cuales forman una línea de ataque contra esos agentes extraños que penetran en nuestro cuerpo llamados antígenos que pueden estar representados por bacterias y virus; así los Leucocitos elaboran unas proteínas llamadas anticuerpos los cuales atacan directamente a esos agentes externos. En algunos casos, los Leucocitos y otras células de defensa NO RECONOCEN a las correspondientes de nuestro organismo y las atacan de la misma forma como si fueran agentes externos llevandose a cabo lo que llamamos AUTOINMUNIDAD. He aquí, entre múltiples fenómenos fisiopatológicos que aquejan al paciente, un proceso de tipo inflamatorio en que los vasos sanguíneos aumentan de tamaño y volúmen, exteriorizando muy diversos mediadores químicos al Espacio Intersticial lo cual se traduce en la presencia de muy diversas manifestaciones clínicas.
Así tenemos que el paciente lúpico puede presentar Eritema en Alas de Mariposa, úlceras bucales, trastornos de índole repirartorio por afectación de la Pleura, afectación de la riñones por presencia de Complejos Inmunes Circulates (CIC) los cuales desencadenan una Nefrítis Lúpica, Artritis acompañada de Fenómeno de Raynaud, Fotosensibilidad. El afectado tiende a presentar Fiebre, Astenia, Adinamia, Anemia, Edema, Alopecia, Cefalea, Mialgias y otras muy diversas manifestaciones. Desafortunadamente, esta desgastante enfermedad no tiene cura pero puede controlarse con el uso de Bloqueadores Solares, AINES, medicación antipaludismo y sobre todo, Inmunosupresores y algunos Antineoplásicos.